Te recuerdo con nostálgia, con tu
aroma de inocencia, tu mirada
adormilada entre tonos
madreperla, tu alma muy silenciosa
y cargadita de ofrendas
que vestías de halos verdes
robados a la primavera mientras
dormía en tu lecho en una
noche serena arrullada de
silencios albos de luna llena.



Te recuerdo contemplando una
nube presurosa y tus dedos disfrazando
su albor en colores miel, tu sed
de caricias tiernas saciándose con
mis besos, tu roce...mágico impulso
que se encendía en mi piél... al ritmo
de olas premuras que estallában
en mis labios mientras gritaba
tu nombre y mi aliento como encajes
de delirio te cubrían por doquier...



Te recuerdo con el diáfano silencio,
en alegrías profundas... en ocultas
aventuras, en el perfume del
viento, en los pliegues de la lluvia
mientras descalza camino...en una
estrella lejána y en el otoño sombrío...
en la palma de mis manos llenitas de
tiempos ídos... en el cofre del olvido,
en la forma confúsa de tus rasgos...
y en mis versos ya dormidos.